“Será nuestro fichaje de invierno”. Así subrayaba Carlo Ancelotti, al arrancar la temporada, la importancia que tenía para el Real Madrid el regreso de Jesé. 

Un nombre que en la primavera (europea) sonaba con fuerza para la lista de la Roja de cara a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. No en vano, era el jugador revelación del curso. Pero en marzo chocó con Sead Kolasinac, lateral del Schalke 04 alemán, en los octavos de final de Liga de Campeones. Sufrió el peor diagnóstico: rotura de menisco y ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. 

258 días de rehabilitación y sufrimiento. 258 días de esfuerzo y trabajo. Días con algunas lágrimas, pero sobre todo mucha música. “Me ha ayudado mucho. Fue mi gran apoyo. Sobre todo tras la operación, porque no podía hacer nada: me dedicaba a escribir canciones después de los tratamientos”, explica en exclusiva a FIFA.com. Porque además de promesa del fútbol español, también es cantante. Ha sido el 50% de Big Flow durante un par de años, pero ahora ya se prepara para seguir su carrera en solitario en el mundo del reggaeton. Ahí no es Jesé, sino Jey M. 

“Ahora, después de los entrenamientos y los partidos, dedico mi tiempo libre a la música. Otros salen por ahí, yo prefiero quedarme en casa y dedicarme a la música”, nos explica uno de los responsables de la banda sonora del vestuario del Real Madrid. Un hilo musical también en manos de Sergio Ramos, Marcelo y James Rodríguez, según nos desvela el propio Jesé. 

Pero volvamos a la cancha. Recordemos su regreso triunfal: partidazo y gol en Copa del Rey ante el Cornellá en el Bernabéu, el 2 de diciembre. Un re-debut sellado con un afectuoso abrazo con el míster. “Me dijo que saliera a disfrutar y que hiciera simplemente lo que yo sabía”, desvela el deseado fichaje de Ancelotti, que se le adelantó al otoño. 

El italiano ha estado muy pendiente en estos más de 8 meses de recuperación. “Él pasó esta misma lesión y me ha ayudado mucho con su experiencia y sus palabras. ¿Su mejor consejo? Hace tres meses, antes de volver, me dijo: ‘Tienes 21 años y no debes tener ninguna prisa. Debes escuchar a tu cuerpo y tu mente, y tener tranquilidad, porque te quedan muchos años de fútbol’”, dice con gratitud. 

Los tópicos españoles le presuponen la calma a los nacidos en las Islas Canarias. Y Jesé cumple con el prejuicio. Contagia esa tranquilidad con su forma de hablar. No la pierde ni cuando recuerda los malos momentos. “Lo pasé muy mal. Pero creo que en la vida, las cosas pasan por algo. Si tuve esta lesión, tal vez fue porque necesitaba aprender, madurar más como futbolista. Sé que ahora vuelvo más fuerte”, continúa. 

“De todo se aprende. Hasta de estas experiencias. He aprendido a ser más profesional en todo. Me cuido más, en la alimentación, en la atención a la musculatura y el físico. Mi intención es poner en práctica todo lo que he aprendido hasta que me retire del fútbol”, dice.

Refuerzo de lujo

Jesé llega justo a tiempo para ayudar a su equipo en la conquista de un título inédito en las vitrinas blancas: la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. “Vamos despacio, dosificando los partidos en el regreso, porque no queremos sustos. Pero creo que el míster me dará oportunidades en Marruecos. Necesitamos recambios, porque vienen unos meses intensos, la parte cumbre de la temporada y en este equipo, con tantas competiciones, todos vamos a tener nuestro momento”. 


Un equipo que ha crecido enormemente en el tiempo en que Jesé tenía que verlo con las muletas. “Ha mejorado una barbaridad. Se han batido récords muy difíciles. Y todo esto no lo hace un equipo, lo hace una familia. Si no estuviéramos así de unidos, no se hubiera dado ese cambio tan grande. La gente desde fuera lo ve fácil, pero no lo es”. 

“Hay muchos egos en un vestuario. Y lo que yo veo aquí es que tenemos grandísimos jugadores, pero hay una competitividad muy sana. No es pique, ni envidia, sino competencia por el bien del equipo. Y eso pasa porque además de grandes jugadores, lo que hay aquí son grandes personas. Y así hemos crecido de equipo a familia”, sentencia. 

¿La clave? Jesé, como muchos otros de sus compañeros, no escatima elogios hacia su entrenador. “Todos sabemos que es un gran técnico, pero yo destacaría su calidad como persona: sabe llevar a un grupo, que es lo más difícil, y sobre todo en un Real Madrid donde hay muchos grandes jugadores, muchos egos... ¡Y lo lleva muy bien! Transmite mucha paz, mucha tranquilidad. Pero también cuando se enfada… Cuidado… 
Sabe motivarnos y medir los tiempos. Se nota muchísimo que ha sido jugador antes”.
¿Cristiano, Benzema o Bale? ¿A quién sentará ahora este canterano madridista? Él se ríe. “Es decisión del míster y está aún más complicado con la llegada de James, y porque Isco está fenomenal”. La camisa número 20 lo toma con calma. Confía en Ancelotti. 

Cuelga la botas y se enfunda la gorra. Deja de ser Jesé para ocuparse de los asuntos de Jey M. Recuperando el ritmo en el fútbol, sin perder el compás de la música. 

Fuente: FIFA.com